lunes, 26 de noviembre de 2012

El reto de leer hoy día


El reto, sí, habéis leído bien. A fecha de hoy, y como tan a menudo oímos, vivimos en un continuo correr, una carrera contra el tiempo en que, si no eres capaz de ir a trabajar, estar con tu familia, hacer los recados, y echar un rato con los amigos, eso sí, todo ello con un aspecto impecable, en la misma mañana, puedes considerarla un fracaso. En la vida hay tiempo para todo, suele decirse. Y es bien cierto, aunque personalmente creo que hemos llevado esta máxima a un extremo inadmisible.
Pero no es del correr del tiempo de lo que quiero hablar aquí. Antes de nada, permitidme presentarme; he aquí a la colaboradora, co-fundadora del blog, o como prefiráis denominarlo (para mí es simplemente amiga de la autora). Me veréis aparecer ocasionalmente también con reseñas o comentarios, y como algo de ayuda. Hoy comento sobre ese difícil reto que es leer hoy día.
Difícil en apariencia. El problema de hoy día es, en mi opinión, y aunque parezca una perogrullada, que llevamos demasiadas cosas en la cabeza y tenemos comprometido hasta nuestro escaso tiempo libre. ¿Cómo vamos a sacar así tiempo para leer? Vemos tantas recomendaciones que nos tientan, pero no tenemos donde hacerle hueco a los libros... Pues bien, el secreto reside en... robar tiempo al tiempo.
Me explico con un ejemplo. Muchos tenemos que hacer uso de ese fantástico, estupendo invento que es el transporte público y su puntualidad (no sé en vuestro caso, pero mi tren no se retrasa más porque no puede). Y en ello se nos va mucho tiempo. Pues aquí tenemos un rato desaprovechado que bien podemos invertir en una lectura. En mi caso, utilizando estos momentos he conseguido acabar dos libros que me tenían absolutamente enganchada (si alguien tiene interés, se trataba de El jardín olvidado y La casa de Riverton, ambos de Kate Morton). Tan sólo hay que tener cuidado de no despistarnos de parada porque, todo sea dicho, a mi me ha ocurrido alguna vez.
Otra situación en que bien podemos hacer hueco a nuestros libros es el rato que desperdiciamos delante de los televisores antes de dormir, porque, sí, la gran mayoría de las personas prefieren que les den las historias ya preparaditas y que no requieran un esfuerzo mental como el leer, sin caer en las numerosas ventajas que la lectura presenta frente a la televisión. Sin que eso quite que algunas películas y series sean verdaderas maravillas, pero sí es ciertamente lamentable desperdiciar un tiempo de descanso viendo en la pantalla otras que realmente no merecen la pena o, peor aún, anuncios. ¿No es un momento estupendo para desenchufarnos de la caja tonta, de los móviles, ordenadores, y demás artificios de la vida moderna y sumergirnos en las páginas de un libro?
Estoy plenamente convencida de que si cada uno revisase su día a día encontraría muchísimos de estos ratos desperdiciados en los que podemos aprovechar para avanzar en nuestros libros. Además de que las esperas se nos hacen infinitamente más corta, estaremos disfrutando de ese pequeño gran placer que es la lectura. Incluso puede que nos dé ánimos para afrontar de mejor humor el día más tedioso. Mi conclusión, y a modo de consejo, es que siempre llevéis un libro encima. Nunca sabéis cuando podéis encontrar, como minúsculas pepitas de oro entre las piedras, una ocasión de leer. 
Y vosotros, ¿Qué pensáis? 

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